Junio y agosto son meses verdaderamente difíciles para los ancianos. El sol no da tregua. Se hace difícil moverse, caminar, hasta respirar y dormir. El calor es agotador para nuestro cuerpo y puede ser peligroso para la salud, especialmente para los ancianos, las personas con enfermedades cardiovasculares y debilidad generalizada.
Entonces, ¿cómo protegerse del calor?
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Cómo prevenir los efectos del calor en ancianos
A menudo minimizamos los riesgos de sobrecalentamiento o la exposición excesiva a los rayos del sol, que es un comportamiento muy imprudente. Durante los días calurosos, no sólo podemos sufrir de deshidratación, sino también con un derrame cerebral. El riesgo de un ataque al corazón también aumenta.
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología apunta que las personas mayores tienen una sensación reducida de calor, y suelen no protegerse adecuadamente en los días calurosos de verano.
Vale la pena decir que los científicos distinguen tres tipos de radiación solar que llega a la Tierra. Estos son: UVA, UVB y UVC. Este último detiene la capa de ozono de la atmósfera, por lo que no es una amenaza para nosotros. Son los rayos UVB llegan a la piel y provocan quemaduras. Además, contribuyen a la formación de tumores y pueden dañar la córnea ocular. Los rayos UVA también llegan a lo profundo de la piel, pueden resular en la formación de cáncer.
En general, el sol en la dosis correcta trae muchos beneficios. Es gracias a él que en nuestro cuerpo produce vitamina D3, que en personas mayores es muy deseable.
El agua es la base de sobrevivir las olas de calor veraniego
Muchas personas no recuerdan que deben beber mucha agua durante los días de calor y solo beben cuando sienten un fuerte sed, que puede ser demasiado tarde. Es necesario crear un hábito de beber agua de vez en cuando, incluso cuando no tenemos sed, para protegerse contra la deshidratación. Como explican los médicos, es la deshidratacion del cuerpo lo que contribuye a la ocurrencia de un ataque al corazón, que debe bombear sangre más densa, mientras hace un trabajo más duro. Vigilemos que los mayores beban agua con la mayor frecuencia posible.
Ancianos y uso de cremas con un filtro adecuado
La protección más simple contra el calor es evitar el sol durante la iluminación más intensa, que es de 11:00 a 15:00. Sin embargo, no siempre podemos quedarnos en casa todo el día. Cuando tenemos que salir al exterior, vale la pena cubrir la piel con productos con protector solar, lo que evita las quemaduras y el bronceado excesivo o desigual.
La piel de las personas mayores es especialmente frágil, por eso es necesario buscar productos con el filtro más alto posible.
Sombrero y ropa ligera y transpirable para ancianos
Es una buena idea ponerse un pañuelo, gorra con una visera o un sombrero con ala grande. El golpe de calor es causado por un sobrecalentamiento excesivo del cuerpo, principalmente en el área de la cabeza. En el clima caluroso, deberías vestir algo ropa muy ligera y transpirable. La ropa de lino y algodón será la mejor opción. También debes recordar la protección para los ojos. Antes de salir al sol, lleva las gafas con el sello CE, brindando suficiente protección contra la radiación ultravioleta, invisible, pero muy dañina a los ojos.
Protección en el piso
Una gran cantidad de calor entra por las ventanas, por lo que es mejor tener persianas o cortinas o persianas (preferiblemente aquellas con un revestimiento reflectante). Aunque nos parece que la cortina es solo una pieza de tela, el material, especialmente con un tejido grueso, reducirá efectivamente la penetración de la luz solar. Para evitar la impresión de una estar en una habitación oscura, lo mejor es elegir las telas en colores claros. Las más efectivas en la lucha contra el calor son las persianas externas que no permiten el ingreso de aire caliente a la casa. Nuestros interiores también pueden protegerse con toldos montados en un balcón o terraza. Sentiremos temperaturas particularmente altas en la habitación ubicada en el piso superior del edificio.
Apagar dispositivos eléctricos innecesarios para bajar la temperatura
Puedes limitar el uso de equipos eléctricos en el pico de calor, ya que producen mucho calor. La mayor parte de calor en casa genera la nevera, TV, iluminación (si no se usa bombillas LED) y microondas. No tenemos que apagar la nevera, por supuesto, pero el televisor o el ordenador se pueden usar un poco menos.
El ventilador para combatir el calor
Los ventiladores son la forma más barata de lidiar con los días calurosos. El aire que se mueve mecánicamente a través del dispositivo fluye alrededor de nuestro cuerpo y brinda alivio fresco. Para reforzar el efecto, todavía puedes utilizar un pequeño truco. Unas pocas botellas con agua congelada se colocan frente al ventilador de pie. Gracias a esta operación, obtendremos un filtro de enfriamiento adicional.
Evitar cocinar en exceso en verano
En días extremadamente calurosos, normalmente cocinamos los platos en casa, y eso aumenta todavía más el calor. La alternativa son las comidas que no requieren preparación elaborada o platos fríos. Los aparatos de cocina generan mucho calor, y el vapor generado durante la cocción también afecta la sensación de calor.
Ventilación natural
En la lucha contra el calor, la comodidad estará garantizada no sólo por la temperatura moderada, sino también por el aire fresco. Recuerda que a pesar del calor, deja las ventanas entreabiertas. Puedes limitarte a abrir ventanas que no estén expuestas a la luz solar en este momento. También vale la pena abrir las ventanas por la noche.
En los días calurosos, a menudo nos sentimos cansados, debilitados y lentos. Debemos evitar entonces el aumento del esfuerzo, el café, el alcohol y los platos difíciles de digerir.
Te habrás dado cuenta que no hemos hablado de aire acondicionado. Puedes acudir a estos dispositivos sólo en las horas de mayor calor, ya que a la larga resecan el aire y especialmente en personas mayores pueden provocar más daño que beneficio.
