“-¿Te gustaría, te gustaría:
- ayudar a su sistema cardiovascular, reduce el riesgo de ictus,
- evitar depresión,
- fortalecer su sistema inmunológico,
- reducir el riesgo de alergias y evitar problemas respiratorios,
- bajar la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos,
- curar huesos y músculos?
-No seas tonto, claro que quiero.
-¿Tienes un gato?
-¿Qué gato?
-Lo que oyes, ¿tienes un gata? peludo, pequeño, grande, viejo, joven, negro, pardo… da igual. Simplemente, que si tienes un gato? Si no, adopta, y tendrás garantizados todos estos beneficios. Más barato que el seguro privado de salud … “
Durante 10 años en la Universidad de Minnesota, doctor Adnan Qureshi examinó a 4.000 estadounidenses, y los resultados de su investigación mostraron que el riesgo de un ataque cardíaco en las personas que tienen un gato en casa es un 30% más bajo que en aquellos sin un gato.
El mismo estudio también mostró que tener un gato reduce en un tercio el riesgo de accidente cerebrovascular. Incluso cuando consideramos otros factores de riesgo que causan enfermedades del corazón: colesterol alto, fumar, diabetes, el riesgo de accidente cerebrovascular para el dueño de un gato sigue siendo un tercio más bajo.
El secreto: los dueños de gatos son más resistentes porque tienen niveles más bajos de estrés y ansiedad.
Tienen un mayor nivel de satisfacción y placer en la vida, lo que mejora el funcionamiento del sistema inmunológico: la producción de péptidos antibacterianos, aumenta el nivel de linfocitos B, células T, células NK (asesinos naturales) e inmunoglobulina. Y también permite que las células inmunitarias liberen sus propias endorfinas, lo que mejora su capacidad para combatir la enfermedad.
Los gatos ayudan luchar con la depresión: la relajación de acariciar a un felino calma tu estrés y te distrae de pensamientos negativos. Mira al gato, él vive el momento, y no se preocupa ni del futuro ni del presente, si quiere tu caricia no la pide, se acerca y la demanda. Estar con tu gato mejorará tu estado de ánimo y será una distracción positiva, si sufres la depresión. No es solo la compañía, es también el seguir la rutina, tener responsabilidades, su tranquilidad y sosiego te contagiará.
Contrariamente a los estereotipos tan extendidos, los niños que crecen con un gato, pero también las personas mayores en contacto con un gato, son más resistentes a los alérgenos.
La compañía del gato disminuye la presión arterial y tiene un efecto calmante.
Reduce el colesterol y los triglicéridos.
Y lo que es más interesante, el ronroneo del gato tiene una frecuencia de 25 a 140 Hz, )como apuntan los científicos de Scientific American), la que demuestra ser terapéutico en el período del crecimiento óseo y el tratamiento de las fracturas, la inflamación y el alivio del dolor, reduce el edema, la curación de heridas, el desarrollo muscular y la regeneración de tendones, y aumenta la movilidad. articulaciones.
En una palabra: no tienes un gato, adopta uno lo antes posible.
Para adelantarme a las preguntas: adoptar un perro también. El perro proporcionará a tu cuerpo una gran cantidad de ejercicios aeróbicos, y el gato te relajara cuando regreses de los paseos.
Solo hay un problema. Los gatos no saben que son adoptados. Parece que sin más, se dejan cuidar, como si te hicieran un favor. Así que no esperes demasiado en la esfera de las emociones. De vez en cuando, deja que se tumben en tus rodillas, dale palmaditas o rasca detrás de la oreja, achucha (pocas veces), escucha las historias que te ronronea antes de dormir…
