Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles concluyeron que privado de ejercicio, un estilo de vida sedentario afecta negativamente las funciones cognitivas de nuestro cerebro. Esto es especialmente cierto en las áreas responsables de recordar.
Los investigadores reclutaron a un grupo de voluntarios mayores para su investigación. 45 a 75 años. Primero, realizaron una encuesta sobre la actividad física y luego escanearon los cerebros de los participantes utilizando imágenes de resonancia magnética. Los especialistas se enfocaron principalmente en lóbulo temporal medial, es decir, hipocampo – responsable de crear nuevos recuerdos.
Los científicos encontraron que un estilo de vida privado de actividad física da como resultado un daño menor al hipocampo, lo que a su vez conduce a una disminución de su densidad. La destrucción de esta área del cerebro podría ser la razón deterioro cognitivo y demencia en personas de mediana edad y ancianos.
Por lo tanto, cambiar el estilo de vida de estar sentado a activo puede mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro. Esto también se aplica a las personas con riesgo de enfermedad de Alzheimer.