En muchos hogares, los animales siempre tenían un lugar privilegiado y eran parte indispensable de la familia. También existen familias, donde no hay lugar para un perro o un gato, por ejemplo, por temor a las alergias. Pero tener una mascota conlleva muchos beneficios, algunos inesperados. Juzga por ti mismo.
Los gatos y los perros calman los nervios
Se sabe desde hace tiempo que acariciar a un perro o un gato relaja y calma los nervios. Nuestra mascota no solo nos hace compañía, sino que también absorbe nuestras emociones. E intenta consolarnos como pueda. Descargará la situación tensa, o al menos lo intentará. Vale la pena mencionar que, por ejemplo, el ronroneo de un gato tiene un efecto muy positivo en nuestro bienestar.
Se ha comprobado que los gatos al ronronear, emiten sonidos de baja frecuencia entre 20 y 50 hercios. Y los sonidos tan bajos los recibimos no solo por el oído, sino también por las terminaciones nerviosas en la superficie de la piel. Y así, las vibraciones que provocan viajan a nuestro cerebro, lo que nos da la sensación de relajación. Además, el gato que ronronea aumenta el nivel de serotonina en nuestro cuerpo, estabiliza la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico.
Así que, para la depresión: primer paso, comprate un gato.
Las mascotas dan un amor incondicional y apoyo emocional
Cada mascota ama a su dueño y la mira con admiración. Seamos como seamos, el perro siempre nos ama y da la bienvenida moviendo la cola, incluso si hace poco lo has reñido. Pero el nunca se ofende y siempre te quiere.
Una relación tan sincera y fuerte es un remedio para los que dudan de sus propias habilidades. Tener un animal es un deber que no nos deja derrumbarse. Siempre tenemos que asegurarnos de que nuestro amigo tenga todo lo que necesita, cada hora de cada día y a cambio los animales siempre permanecen fieles a sus dueños y dependen completamente de ellos. Es difícil negarse a quererlos también cuando vemos que nuestra mascota nos mira con una mirada de calidez y amor. Los animales pueden extraer lo mejor de nosotros.
El perro te hace ser más activo
Cuando tenemos un perro, tenemos que salir con él sin importar el tiempo y nuestro estado de animo. Esta es, por lo tanto, una gran oportunidad para forzarte a la actividad física. Un paseo en la temporada de invierno, cuando la nieve cae por la ventana, puede endurecer nuestro cuerpo.
Además, jugar con una mascota, lanzando una pelota o jugar con un palo también es un gran ejercicio. Los investigadores enfatizan la importancia del contacto entre los animales con personas mayores y solitarias, porque tal relación trae muchos beneficios para la salud.
Las personas mayores que cuidan a sus mascotas suelen llevar un estilo de vida más activo. Paseos regulares, reducir el colesterol y bajar la presión arterial. Dicha actividad física también protege contra el estrés, que a menudo es el culpable de muchas enfermedades. No hay duda de que pasar tiempo con tu mascota activamente te permite mantener a tu juventud por más tiempo.
Perros y gatos nos enseñan ser responsable
Cuidar al animal nos enseña responsabilidad y respeto, lo cual es útil en cualquier etapa de la vida. Gracias a cuidar de tu mascota, te volvemos más abierto y complaciente. Los psicólogos y los terapeutas enfatizan que un niño criado en contacto con animales, aprende las relaciones interpersonales correctas, mirando empáticamente al mundo y el hecho de que dar es bueno. Una mascota ayuda a combatir la timidez, y el amor incondicional que brindan al propietario suele ser una experiencia terapéutica.
Descubre la mascotas ideal para las personas mayores
Elegimos las mascotas para personas mayores de la misma manera que lo hacemos para nosotros o nuestros hijos. Siempre adecuando el modo de vida y el tiempo que podamos dedicar a la mascota.
- Para las personas mayores débiles y con poca fuerza en las manso es mejor buscar un perro pequeño y tranquilo.
- Los gatos no necesitan salir a la calle, aunque hay que limpiarles la cubeta a diario.
- En ningún caso son aptos para personas mayores razas de perro peligrosas, grandes y fuertes.
- Tampoco valen las razas que necesitan mucha actividad, como por ejemplo galgos.
- Es mejor coger animales ya adultos, de mínimo 1-2 años, ya que a un cachorro o un gatito hay que enseñarle hacer sus necesidades donde corresponda, y no es tarea fácil para una persona mayor.
Al decidir sobre un perro o un gato, vale la pena considerar la adopción del refugio de animales o de una protectora. Los refugios están llenos de animales abandonados y que solo esperan a que alguien les abra su corazón y los tome bajo su techo. Muchos de estos animales se acercan con confianza a las personas a pesar de los daños sufridos anteriormente.
Seguramente tendrás la posibilidad de sacar primero el perro a dar un paseo, y así podrás conocerle y ver si sois compatibles en cuanto a nivel de energía.
